miércoles, 23 de septiembre de 2015

Volvere y seré muñones...

En algún momento volveré. Plateadas las crines, sudoroso el lomo, qué se yo,viste...Más adelante escribiré algo interesante. Pero esta foto...

sábado, 10 de octubre de 2009

Algo importante


No se puede decir que algo es grande antes de haber conocido algo grande. Esto realmente fue grande. Dicen, la primer metrópolis... Dicen 400,000 habitantes en su apogeo...

Teotihuacán es grande.

domingo, 9 de marzo de 2008

Angeles de piedra


Viví en Azul más años de lo que es saludable. Por más que me ponga benevolente, bien dispuesto y todo eso no encuentro provecho en haber transcurrido allí tanto tiempo. Quizá el único mérito que encuentre, al fin y al cabo, es haber vivido en un pueblo con un ángel de piedra en su cementerio. Pero un ángel de piedra enorme.

Es impactante ver, por sobre un RIP gigante, ese ángel inánime, con su espada, eternamente en guardia.

Azul sólo vale por ese ángel.

El resto, que descanse en paz.

domingo, 2 de diciembre de 2007

No se puede confiar en nadie


En otra entrada veíamos el resultado de la justicia popular, varios condenados a la horca por agentes del imperialismo pro-yankee y demás motivos. Pero esto... Esto es demasiado. Quién lo hubiera dicho de estos dos, quién los hubiera imaginado.
Peter, tan buen muchacho...Bueno, todavía hasta puedo entender lo de Peter...
Pero lo de Santa Claus es muy fuerte. Aparentemente participaban del mismo complot golpista, qué se yo...

Yo digo que la gente nace buena y las malas influencias los van echando a perder...

viernes, 26 de octubre de 2007

Dressed to Kill


Domingo, día de misa. Los domingos está todo permitido: la fealdad, el mal gusto, los pelos de las piernas, esos crisantemos o como mierda se llamen esas flores de espanto. Los domingos todos salimos con anteojeras, antiparras, lobotomías.

Los domingos salimos a la calle con cara de perdonavidas, de intelectuales permisivos, condescendientes.

Pero qué envidia. Quién le arranca de la cara esa sonrisa.

Domingo

sábado, 13 de octubre de 2007

Alas de colibrí


Hoy me propongo fundar un partido de sueños,

talleres donde reparar alas de colibríes.

Se admiten tarados, enfermos, gordos sin amor,

tullidos, enanos, vampiros y días sin sol.


Hoy quiero patrocinar el candor desahuciado,

esa crítica masa de Dios que no es pos ni moderna.

Se admiten proscritos, rabiosos, pueblos sin hogar,

desaparecidos, deudores del banco mundial.


Por una calle

descascarada,

por una mano

bien apretada.


Hoy voy a hacer asamblea de flores marchitas,

de desechos de fiesta infantil, de piñatas usadas,

de sombras en pena -del reino de lo natural-

que otorgan licencia a cualquier artefacto de amar.


Por el levante,

por el poniente,

por un deseo,

por la simiente,


por tanta noche,

por el sol diario,

en compañia

y en solitario.


Ala de colibrí,

liviana y pura.

Ala de colibrí

para la cura.


Silvio Rodriguez



Homenaje a la botarga cruelmente ajusticiada en la horca que vemos en la foto.